INGREDIENTES:
- 6 flores de calabacín
- 1 taza de harina
- 1/2 taza de cerveza
- 1/2 taza de agua fría
- pizca de sal
- aceite de oliva
- ramita de perejíl
En Asturias no hay mucha costumbre de comer las flores del calabacín, aunque ya se empiezan a cocinar y me entró el gusanillo de probar.
Vamos a ello...
En un bol, mezclo con las varillas, la harina, la cerveza, el agua y la sal hasta obtener una masa con una textura parecida a la nata de montar, la dejo reposar 30 min. en el frigorífico y pasado este tiempo vuelvo a revolver.
Se puede añadir más agua fría si espesa mucho.
Pongo la sartén con abundante aceite y la dejo hasta que esté bien caliente, pruebo con una chispita de pan y si se dora inmediatamente es que ya está lista para freír las flores.
En 1/2 minuto están doraditas, las coloco sobre papel absorvente.
Esta es la primera vez que preparo esta delicia.
El resultado es genial. Un plato sencillo y está sabroso.
Añado la ramita de perejil picadita para decorar el plato
Hola Carmen,
ResponderEliminarQue gran idea, además tiene que quedar supercrujientes. Me encanta. Gracias por compartir la receta. Besos.